¿Es la única?
Me pregunta la mujer en el parque
contemplando los juegos de Adriana.
Tengo cuatro, le respondo.
No tarda mucho en preguntarme sus edades
y en mirarme, incrédula, cuando se las digo.
-Se ve usted muy joven para todo eso- comentan.
Es un halago
pero siempre me hace pensar
en los tristes perfiles, las asociaciones,
de la maternidad.
Más vida dan las mujeres,
-sostiene la popular sabiduría-
más vida pierden.
Los partos las destiñen.
Engordan. Se agotan. Envejecen.
Cuatro hijos tendrían que haber terminado con la sensualidad
o el deseo.
Como si cada hijo mágicamente redujera la libido,
y no fuera la realidad exactamente lo contrario:
cada hijo dejándonos más cerca de la vida
más proclives a la ternura,
la piel más suave y el sexo más acogedor.
Es la falta de pan, de amor, la que desgasta.
No el parto.
Prejuicios sobre la maternidad, poema de Gioconda Belli
Impactante!
“es la falta de pan, de amor, la que desgasta. No el parto”
genial reflexion la de Belli, gracias por compartirla!!!
quiero ese libro!
¡Muy cierto y muy bello!
Oh!
Hermoso!
Excelente! Muy acertada reflexión. Yo agregaría “Es la falta de ayuda lo que desgasta”…pero bue, ya seria entrar en otro tema …(o no?)